CORAZÓN
¿Hasta dónde alcanza uno mismo? ¿Hasta las estrellas? A
veces diría que hasta la nada. Breve recorrido, triste recompensa. Lo mejor
parece estar siempre fuera de nosotros, esperando poder acoplarse -no como un
empasto, sino con la esperanza de la identidad- al ser singular de cada cual. La
brecha, por el contrario, está inserta en este corazón con el que nacimos.
Corazón marcado, corazón herido. Agrietado desde un principio, ajado por la
vida. Corazón. Corazón que en el rostro se muestra agestado y en el pecho se
esconde tras un escudo de caduca carnalidad. Corazón: palpitación rutinaria de
vida que se mantiene sin conocer la plenitud. Corazón...
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