SIMONE DE BEAUVOIR
Cuando el ser humano se abandona en manos de lo periférico, de lo cambiante, acaba p or adorar a aquellas personas o ideas que, lejos de hacerles un bien, pervierten hasta lo más profundo su ser, tanto en su dimensión más íntima como en su peculiar modo de relación. Uno de los casos más llamativos es el de la popularidad y capacidad de arrastre que ha demostrado Simone de Beauvoir. Fue esta una señora que abanderó la lucha mal llamada feminista, aunque por la mujer hizo más bien poco, o nada. Y es que, en sintonía con Sartre, su dios particular, Beauvoir creía que mientras los hombres gozan de la trascendencia, las mujeres se quedan atrapadas en la inmanencia. Planteamiento que esta lumbreras solucionaba predicando que el hombre ha de ser el modelo de la mujer “moderna e independiente”. Primer patinazo: disfunción entre género y sexo. Visto este planteamiento, que no puede interpretarse sino como quien tiene un problema consigo mismo y con el mundo, proseguimos por los tétricos pa...
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